Cada día, nos contamos una historia.
A veces la narramos en silencio. A veces, en las pequeñas decisiones que tomamos.
Puede ser una historia de fuerza («Yo puedo, yo merezco, yo soy capaz»).
O puede ser una historia de autosabotaje («No soy suficiente, no es el momento, seguro fallaré»).
Y esa narrativa, consciente o no, es la que le enseñamos al mundo a creer sobre nosotros.
Tu historia interna crea tu vibración externa.
Cuando crees que mereces respeto, inspiras respeto.
Cuando te ves como una creadora de valor, tu entorno responde a ese valor.
Cuando decides verte con amor, otros también te ven con amor.
¿Cómo reprogramar tu narrativa para brillar desde adentro?
- Detecta tu historia automática:
Escucha con atención tus pensamientos repetitivos. ¿Son expansivos o limitantes? - Elige conscientemente una nueva historia:
No se trata de ignorar tus heridas, sino de narrarlas desde el poder:
«Soy más sabia gracias a lo que atravesé.»
«Tengo derecho a construir mi vida en mis propios términos.» - Afirma tu nueva narrativa cada día:
Palabras, actos, límites, proyectos… cada acción es un capítulo que refuerza tu nueva historia.
Reflexión final:
No importa cómo haya empezado tu historia.
Lo que importa es cómo eliges seguir escribiéndola.
Y en La Tigra, estamos aquí para recordártelo:
Tú eres autora. No personaje secundario.